
“La educación marca la pauta a seguir en el desarrollo de las sociedades del conocimiento, de la misma forma es un segmento del capital social, entendiéndose éste como una relación histórico-social en donde actores cualitativos (sociedad civil, ética, instituciones, relaciones interpersonales, cultura, entre otros.) coadyuvan entre sí para generar sistemas, cuya acumulación formula la base del desarrollo mismo" (Garza, 2004: 130).
Es por ello, que la educación superior tiene un compromiso con la formación de profesionales eficientes desde el punto de vista intelectual y desde el punto de vista moral en la toma de conciencia con respecto al desarrollo de actividades de concienciación hacia el medioambiente, la vida en el planeta tierra, el respeto a la diversidad, entre otros. Si admitimos que el hombre es el enemigo número uno de la naturaleza, ¿por qué y para qué ha de intentar a través de la educación superior la conservación del mundo natural, del agua, del aire, del planeta tierra en general y crear una conciencia planetaria en los ciudadanos de un país, estado o región? Para responder a esta pregunta es preciso empezar reconociendo que, paradójicamente, la idea de conservación se encuentra hondamente arraigada en la propia naturaleza humana. Que debe ser vista desde la educación superior como el factor determinante de ser educado en relación con la sustentabilidad, pues este es el potencial que hay que preparar para un presente y un futuro de cuidado, conservación y preservación del planeta tierra, nuestro hogar.
Es importante recordar, que la universidad de hoy se encuentra inmersa en la sociedad del conocimiento que implica mayor investigación sobre los procesos de cambios que se dan en la sociedad actual. Por ello, si la Universidad no pone los principios de la sustentabilidad en el centro de su desarrollo, no logrará cosechar los beneficios esperados. En tal sentido, se sugiere que una precondición para alcanzar la sustentabilidad es el fomento de la cultura ambiental en toda la población y la educación superior pudiera jugar un papel clave en promoverla, porque la sociedad del conocimiento ofrece oportunidades potenciales que si bien se traduce en uso social del conocimiento, tiene impacto creciente en deterioro ambiental que socava el buen funcionamiento de los sistemas ecológicos globales.
Otro punto importante, es que la educación superior en todos los centros universitarios que lo componen deben crear programas académicos en Educación para la Sustentabilidad (ES) o Educación para el desarrollo sustentable (EDS) con el propósito de ofrecer a los profesionales que trabajan en el campo de la educación la oportunidad de profundizar, ampliar conocimientos y desarrollar capacidades y habilidades orientadas a la formación en el área de la EDS, además de buscar el incremento de competencias claves para que la educación sea una herramienta efectiva para alcanzar el desarrollo sustentable verdadero, a fin de mejorar y desarrollar la oferta de la docencia en las instituciones universitarias, especialmente a través de la integración del concepto de desarrollo sustentable en los métodos de enseñanza aprendizaje, como mecanismo posibilitador de la adquisición de competencias claves para que los estudiantes comprendan la complejidad del mundo contemporáneo y construyan condiciones de sustentabilidad en sus ámbitos de intervención profesional.
Por otro lado, se sabe que la Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Ésta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo sustentable de los países de la región. Por ello, tal como se estableció en la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), del 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, bajo los auspicios del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO) , está en el deber de articular, de forma creativa y sustentable, políticas que refuercen el compromiso social de la Educación Superior, su calidad y pertinencia, y la autonomía de las instituciones.
Esas políticas deben apuntar al horizonte de una Educación Superior para todos y todas, teniendo como meta el logro de una mayor cobertura social con calidad, equidad y compromiso con nuestros pueblos; deben inducir el desarrollo de alternativas e innovaciones en las propuestas educativas, en la producción y transferencia de conocimientos y aprendizajes, así como promover el establecimiento y consolidación de alianzas estratégicas entre gobiernos, sector productivo, organizaciones de la sociedad civil e instituciones de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Deben también tomar en cuenta la riqueza de la historia, de las culturas, las literaturas y las artes que también corresponde a la sustentabilidad.
Por consiguiente, el papel de la Educación para la sustentabilidad se debe convertir en un proceso educativo dinámico en el que el manejo de los recursos naturales, la potencialidad del ser humano, los mecanismos de concientización y participación ciudadana, el enfoque del desarrollo científico y tecnológico, la formulación de nuevos esquemas legales y administrativos, la orientación de la economía y la opción de principios éticos de responsabilidad ambiental, que fortalezcan las opciones para satisfacer las necesidades básicas actuales, sin destruir la base ecológica de la que dependen el desarrollo socioeconómico y la calidad de vida futura” (Kammerbauer, 2001: 353), y para lograrlo como decía Gabriel Garcia Marquez desde su sentida Colombia, nos toca avanzar hacia “una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.
REFERENCIAS
Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), (2008), Cartagena de Indias, Colombia,
KAMMERBAUER, J. Las dimensiones de la sostenibilidad: Fundamentos ecológicos, modelos paradigmáticos y senderos. Scielo. (En línea) http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378 18442001000800006&lng=es&nrm=iso. ISSN 0378-1844. Consultado en la revista Interciencia el 13 de agosto de 2008.